ASÍ SE HINCHA LA BURBUJA
Con los datos del Instituto de Estadística de Andalucía, vemos como la productividad por trabajador por sectores económicos en la provincia de Málaga oscila entre 22.000 y 41.000 euros, en el año 2007. El suelo lo marca la agricultura, pero la industria está muy deprimida y juntas comparten una crisis continua desde 1995 hasta ahora, que no es más que un estancamiento invisible eclipsado por los otros dos sectores. La construcción es la clave del subidón, con pico en 2006 que suponía "producir" el doble que cualquiera de los anteriores, claro que evaluado a precios de mercado inmobiliario de entonces. Entrecomillamos producir porque sabemos que el del ladrillo ni es un sector clásico, ni se asimila a los otros tres, ni produce a largo plazo fuera de su coyuntura de proveer viviendas en un momento dado. Los servicios mantienen su moderado incremento, siempre estables, pero desde 2004 ya se ve una parada. Aunque no se observa, cuantitativamente son la clave del empleo en la provincia y ganan abrumadoramente a la suma de todos los otros puestos juntos. Lo veremos en otra publicación.
¿Qué referencia tenemos respecto a otros lugares? La provincia más similar en Andalucía es Cádiz, aunque también es la que tradicionalmente tiene las tasas de desempleo y renta más acusadas de España.
Pero el empleo que hay produce, por lo que vemos aquí:
Con unos servicios similares, agricultura y ganadería bastante mejoradas, y una construcción algo menos productiva, impresiona el sector industrial ¿Cádiz es una locomotora europea o será Málaga la que falla? Evidentemente las plantas productivas del Campo de Gibraltar, La Bahía y Jerez han sido un ejemplo, también con sus puntos negros (Delphi, Vidrios, Puerto de Algeciras), pero aporta tres veces más euros por obrero que los despojos de lo que fue la industria malagueña.
Si miramos a Sevilla, demográficamente similar al peso de la Costa del Sol, se confirma la anomalía del boquerón. El campo del Guadalquivir produce más o menos 22 mil euros por agricultor, los servicios quedan en el filo de los 40 mil, y el ladrillo no llega a esa cifra. Pero la industria, que viene de doblar en 1995 a la malagueña, ya la triplica en 2007, llegando como la gaditana a más de 60 mil euros.
Las composiciones por provincia muestran matices locales bastante significativos, pero veamos que ocurre en el panorama español. Los promedios suavizan las líneas y aplanan pequeñas irregularidades. También se aprietan las diferencias, veamos los cuatro palos:
2.- La construcción en España se parece a la malagueña, suponemos que como la levantina, balear o la del anillo metropolitano de Madrid. Mal ejemplo para ser líderes en algo, como veremos después de 2007, y lo que queda por venir.
3.- La industria española produce algo más de 50.000 euros por trabajador en 2007, y va siempre en aumento desde hace dos décadas. El pico de Sevilla o Cádiz supera la media nacional, e imaginamos que más arriba de esa media tirará Navarra, el País Vasco y Cataluña, para compensar los inmensos páramos agrarios no industrializados de las Castillas, Extremadura y Andalucía Oriental.
4.- Los servicios son bastante estáticos, y su suave crecimiento no llega a igualar el industrial, pero supera en España los 48.000 euros hacia 2007. Es una marca que se despega de todas las provincias andaluzas, incluso del paraíso de la hostelería que es (o debe ser) el litoral malagueño. ¿También falla el modelo de servicios turísticos de la Costa del Sol? Habrá queir a la búsqueda de datos en el Instituto Nacional de Estadística, porque Baleares, Cataluña y Canarias tirarán hacia arriba de esa media lastrada.
Para ver lo que ha ocurrido después de 2007 ya estamos inscritos en un curso acelerado de descensos vertiginosos, porque la cosa va a estar entre un Slalom Gigante y el concurso de Saltos de Año Nuevo en Garmish-Partenkirchen. De vértigo.
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